Otra vez.
Jueves 05 de Julio de 2012
80 kg.
Estoy harta de ser gorda.
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Desafío
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Saudaris
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1:36 a. m.
Domingo 13 de Noviembre de 2011
Antes que nada quiero agradecerles a todas las personas que comentan en los distintos post de este blog. Realmente cada una de sus palabras me ayuda un montón, me permiten entender más mi situación, etc. MUCHAS GRACIAS!!
Empieza una nueva semana, me porté para el traste con la comida estos últimos días. El resultado? Dolor de panza terrible hoy domingo. Por eso voy a empezar un desafío: tomar 2 litros de agua por día y hacer 30' diarios de bici fija. Sé que de un día para el otro es difícil, voy a empezar gradualmente. Esperemos ver resultados a nivel salud.
El exceso de peso ya me está trayendo complicaciones como dolor de piernas, dolor de piel, problemas intestinales, cefalea, y un estrés que ni yo me aguanto. Así que más allá de lo estético, ahora me estoy preocupando por mi salud. No me gusta sentirme así, nunca me pasó esto. Bue, nunca estuve tan gorda como ahora.
Todos los días voy a postear mis avances en el desafío; mientras tanto me gustaría saber sus experiencias con estrategias de cuidado de la salud! Me cuentan?
Esforzarse..
Domingo 06 de Noviembre de 2011
El otro día estaba tomando la merienda en un café, y veo que entran tres chicas rubias, altas, de pelo laaargo eterno, flacas, lindas. No sé por qué me detuve a observarlas y me puse a pensar lo fácil que debe ser para ese estilo de mujer andar por la vida. Primero y principal, todo les queda bien. Aunque se pongan una sábana, se van a ver lindas. Aunque estén despeinadas, el pelo rubio lacio precioso se va a ver bien. No tienen que preocuparse por sentarse de tal o cual manera para evitar que ese rollito que tanto molesta se les vea. Es que no conocen lo que es tener un rollito. O un rollo. O panza.
No tienen medio drama de entrar a un local, agarrar cualquier remerita de modal y comprarla. Yo al modal ni me lo pruebo. Un vestido? Menos. Pollerita de jean? Jamás. ME GRITAN.
Y fui tan tarada que me largué a llorar. Me puse mal porque me vi en la situación en la que me tocó vivir. Toda mi vida voy a tener que estar pendiente de lo que como así no engordo. De estar bien peinada porque la naturaleza no me dio mucha belleza. De salir aunque sea levemente maquillada porque si no lo hago soy un espanto. De pasar y pasar ropa en los locales pensando "esto no me queda por las piernas", "este talle ni en pedo me entra", "la pollera blanca me va a gritar". Y ojo, no es que tenga autoestima baja. Es que soy realista. Dios me dio inteligencia, pero no "tranquilidad de belleza". Y por tranquilidad de belleza me refiero a esa relajación de no tener que esforzarse por verse bonita. Porque la belleza es esfuerzo, pero algunas mujeres vinieron con un bonus que les da más facilidad a la hora de arreglarse.
¿Ustedes qué piensan?
Día 2.
Martes 01 de noviembre de 2011
Hoy empiezo el dia 2 de la dieta. Ayer me porté archi bien, no comí de más, me terminé el plato de lechuga sin chistar. Casi no comí harinas, lo cual me hace bien para adelgazar y para cuidar mis intestinos.
Hoy desayuné correctamente, y mi meta es hacer ejercicio en algún momento del dia.. Esperemos lograrlo!
No me quiero pesar... Me da mucho miedo ver un número que me ataque y termine autoboicoteandome como siempre.
Por suerte tengo a mis amigas de Twitter que me apoyan en esto ;)
Intentar otra vez...
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Saudaris
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12:47 p. m.
Lunes 31 de Octubre de 2011
Por enésima vez en el año empiezo la dieta. Ya no sé cuántas veces he dicho "bueno, hoy es lunes, basta de comer porquerías. Ahora A CUIDARSE".
Dentro de exactamente 25 días se casa una de mis amigas. Y no tengo absolutamente nada para ponerme. Bah, si, tengo mucha ropa. Vestidos divinos, pantalones, camisas, polleras. Pero nada de eso me entra. Pero NADA, eh!
Hoy nuevamente dije BASTA.
Veremos cuánto me dura....
Historias con los Kg: La experiencia de Co
Lunes 13 de Junio de 2011
Hola a Todos!! Hoy comparto con ustedes otra de las experiencias que me llegaron por mail. En este caso quien nos escribe es Co, fiel seguidora de este blog:
"Mis problemas con el peso comenzaron cuando menstrué por primera vez. Siempre fuí una chica de contextura grande, tanto que al lado de mis compañeras parecía la madre. La cuestión es que desde que me desarrolle empecé a engordar y engordar. Comía mucho y encima era vaga y no me gustaba hacer actividad física. No es que haya sido vaga desde ese momento sino que siempre fuí medio reacia a los deportes hasta que di con natación. Nadé durante diez años pero, lamentablemente, tuve que dejar porque tenía sinusitis crónica y vivía enferma.
Con el paso del tiempo fuí haciendo distintas dietas, pasé por varios nutricionistas y gimnasios. Sin embargo dejaba la dieta o el gimnasio y volvía a engordar. A los 15 años me detectaron hipotiroidismo y me empezaron a medicar. Tuve una doctora oriental que me dió una dieta en la que sólo comía verduras cocidas y mucho zapallo. Bajé como 10 kilos pero cuando la dejé volví a subir. Todo el tiempo intentaba a adelgazar porque mis amigas y compañeras eran flaquitas y menuditas. Me sentía frustrada y sufría horrores a la hora de comprar ropa. Además, era súper introvertida entonces era peor. Así transcurrió toda mi etapa de adolescencia hasta que me vine a vivir a Córdoba. Había llegado a mi punto máximo de gordura. Pesaba casi 80 kg y ya me molestaba, asique me decidí y empece un tratamiento con una nutricionista. Si bien hacía poca actividad física logré bajar alrededor de 10 kgs. Estaba feliz de la vida, me dieron el alta y logré mantenerme durante un buen tiempo pero después fuí engordando de nuevo. Esta vez fueron alrededor de 6 kilos. Di vueltas por miles de médicos de tiroides, que no sólo me regulaban la tiroides sino que me daban sibutramina y pastillas para ayudar a bajar de peso. Un día me harté de tomar tanta medicación y volví a cambiar de doctora. Y ahí empezó el mayor cambio. Esa doctora me atiende hasta el día de hoy y estoy perfecta con el peso. Logró regularme de manera adecuada el hipotiroidismo y sin querer empecé a bajar de peso. Tal es así que desde hace 4 años la balanza se mueve en los mismo valores. Por supuesto que tengo subidones y bajones de uno o dos kilos dependiendo de la época del año, pero estoy estable. Además, he empezado a hacer actividad física y eso me ayuda bastante. Lo hago por obligación y por una cuestión de salud. Desde que trabajo estoy muchísimas horas sentada y se que eso me va a traer consecuencias a la larga, asique hago el esfuerzo y voy al gimnasio al menos tres veces por semana. También he hecho pilates y me ha dado buen resultado.
Hoy por hoy puedo decir que estoy conforme con mi peso y mi cuerpo. No soy tan flaca como quisiera pero tampoco tengo sobrepeso. Tengo un peso saludable y acorde a mi contextura física, el cual puedo sostener. Siempre he comido de manera sana y lo sigo haciendo de ese modo. No me privo de nada pero siempre modero. Porque si fuese por mi viviría a golosinas!
Creo que el tema del peso tiene que ver un poco con la predisposición física y otro poco con la cuestión psíquica. Mucha gente se empeña en hacerme creer que soy una persona gorda (mido 1.71 mts y peso 67kg) y si bien me da bronca no les doy bola. Me costó mucho llegar a regularizarme y no voy a permitir que nadie me venga a decir algo que no es. Hay gente que está enferma y sigue creyendo en el estereotipo de belleza raquítica! Obviamente tengo un montón de cosas por mejorar, que podría ser más flaca y esbelta, pero así estoy bien y con eso me basta.
Considero que es muy importante que como sociedad entendamos que la obesidad es una enfermedad y que en lugar de seguir modelos de belleza absolutamente ridículos miremos hacia el costado y nos demos cuenta que el cuerpo de barbie no existe. Es necesario que se haga una ley que regule este tema, que obligue a las casas de ropa a hacer todos los talles y que el castigo por no hacerlo sea alto. Así no solo vamos a lograr una sociedad más feliz y con menos discriminación sino que vamos a evitar un montón de desórdenes alimenticios en la gente.
Espero que mi aporte sirva para algo.
Un beso grande!"
Gracias Co por compartir tu historia con nosotros!!!
Dedicado a quienes siguen este blog :)
Lunes 06 de Junio de 2011
Cada vez reafirmo más que es necesario aceptarse tal como somos, para poder ser felices :)
Cuestión de números....
Domingo 05 de Junio de 2011
---> Faltan 70 días para mi viaje.
---> Tengo 15 kg de más.
---> Mañana Lunes empiezo Dieta+Actividad Física.
Llegaré a bajar algo aunque sea?
Update: Por pedido de eMe, les cuento que en Agosto viajo a Europa un mes :)
El motivo de mi viaje es asistir a a las Jornadas Mundiales de la Juventud que se hacen en Madrid, y de paso voy a recorrer un poco de Italia y Francia. Por eso tengo que adelgazar!!! Imaginensé que se me adelanta bastante el verano, y tengo que entrar en las musculosas y en las bermudas. Si no bajo unos kg no tengo NADA de NADA para ponerme, y acá en mi ciudad no consigo ropa de verano en esta temporada.
Historias con los Kg: Convivir con un Gordo.
Lunes 30 de Mayo de 2011
El post de hoy es muy especial; no leeremos una historia en primera persona sobre kg de más, sobre sufrir con los rollos, o sobre no poder ponerse un pantalón.
Muchas veces los gordos culpamos a los demás por no poder hacer dieta. Y no nos imaginamos LO DIFÍCIL que es para quienes conviven con nosotros acompañar ese proceso de adelgazamiento/engorde.
Por eso, hoy contamos con el relato de @mar_ina_, quien convive con una persona que sufre esa tendencia a engordar:
"No es fácil vivir con unos kilos de más. No es fácil tampoco vivir con quien tiene unos kilos de más. Y es menos fácil tener unos kilos de menos cuando se vive con quien tiene unos kilos de más. Y ese es mi caso.
Los flacos, y mas aun “las flacas”, parece que tenemos una cosa menos de que preocuparnos, según el resto del mundo. Cuando llegamos a un quiosco la pregunta no es “que puedo comer” sino “que tengo ganas”. Ir a cenar es simplemente elegir del menú lo más apetecible, y no andar contando las calorías que incorporamos en la comida anterior para saber cuantas nos quedan disponibles. Y hacer ejercicio es simplemente un hobbie, y no una obsesión.
Insisto: el tema no es tan sencillo cuando el flaco vive con un “gordo” o excedido de peso. Ahí si que el tema de la comida también es una preocupación para él/ella.
Mi marido siempre fue de los que comer en exceso significaba aumentar a lo ancho. No mucho, pero notable. Y, naturalmente, también es de aquellos para los cuales comer es un verdadero placer.
Yo, por otro lado, soy de aquellos que comer no les significa el menor cambio en la balanza. Lo que sea. Cuanto sea. Y, naturalmente, también soy de aquellos para los cuales comer es simplemente un trámite.
Sumado a esto, me gusta cocinar. Cualquier cosa, pero mas disfruto cocinando postres o panificados. Es decir, soy la perdición para la figura de mi marido.
Los primeros años de nuestra convivencia se recorrieron en torno a dietas y malhumores por parte suya, al verse impedido de su disfrute gastronómico, y verse aun gordito y con problemas para caber en la ropa usual, cómodamente. Es que además de tener que prohibirse ciertos alimentos, tenía que acostumbrase a verme comerlos sin límite.
Ya se, ustedes dirán “que desalmada… ¿porque no se puede ella contener de comer de todo?”. Es que el flaco, el muy flaco, en realidad tiene tanta necesidad médica de comer bien como el gordo. Si yo le siguiera el tren de comidas a mi marido en lugar de pesar 50 kilos (midiendo 1.60) estaría por debajo de los 45! Y con el perdón de los presentes… trabajando (y estudiando, como en esa época lo estaba) me rehúso/aba a tener que preparar dos cenas distintas!
El asunto es que es tan valida una necesidad como la otra, y tan incompatibles. Entonces empecé a comer cosas fuera de casa, más que cuando estaba en ella. Por ejemplo chocolates, helados o cosas muy tentadoras. Pero entonces sucedía que él sentía que yo ya no compartía ese momento de “disfrute rico” que él se permitía de vez en cuando (porque yo me lo permitía siempre! Jeje).
Hasta ahora todo suena bastante egoísta, pero debo aclarar que mi punto es enfatizar en lo culpable que el flaco se termina sintiendo. A ver, es que yo vivo con ese hombre porque lo quiero… se imaginan entonces que no me gusta verlo sufrir por no poder comer una milanesa o que le ajusten los pantalones. Esas situaciones realmente ponen a un gordito de mal humor y hasta infeliz. Y su pareja/esposo/a no es que precisamente disfrute la escena, precisamente porque no hay nada que uno pueda hacer para aliviarle la obsesión. Entonces uno termina por decirle “te prefiero gordo pero contento”, lo que no colabora, precisamente, a los objetivos del otro.
Por suerte en nuestro caso el exceso de peso nunca puso en juego su salud, cuestión que hubiera convertido esta anécdota de vida en algo mas serio. Así que estamos hablando de unos kilos, unos rollos, una pancita, nomás.
Hasta aquí hablamos de comida, cosa obviamente compartida en un matrimonio, pero debo agregar el otro elemento obvio: el ejercicio.
Claramente no hay dieta que funcione si no se hace una actividad física regular. Y claramente no hay manera de que el flaco y el gordo en pareja encuentren una que a los dos les traiga beneficio a la vez, en su práctica conjunta. Es decir, si yo llego a correr los km. que hace mi marido por semana, me consumo. Y si él se dedicara a una actividad meramente “movilizante” (digamos Pilates, como la que tendría que hacer yo), no ganaría más que un poco de elasticidad. Entonces lo que querríamos fuera un momento de ocio para disfrutar juntos, termina siendo inevitablemente un momento para uno.
Así que entonces siempre me encuentro tratando de darle apoyo para que mantenga la dieta y la rutina de ejercicio, pero a la vez conspirando contra eso al comer de todo y no hacer actividad física alguna.
No es fácil. Es que cuando uno come hasta que el estomago dice “basta”, no puede entender a aquel que come hasta que el plato o la fuente le dicen lo mismo."
Me pareció genial ver "el otro lado". No sólo es difícil para quien tiene que encarar un plan de adelgazamiento, sino que los demás también se ven afectados: por nuestro humor, nuestras tristezas, nuestras restricciones, etc.
Muchas gracias @mar_ina_ por compartir tu experiencia con nosotros!!
Historias con los Kg: La Experiencia de Y
Jueves 26 de Mayo de 2011
Cuando planteé hace unos días la convocatoria para que compartieran sus experiencias con los kg de más, pensé que nadie me iba a escribir. Sin embargo, FUE TODO UN ÉXITO!! Me alegré mucho al ver las historias que llegaron, muyyy interesantes y de lo más variadas. Estoy segura que de cada una de ellas vamos a aprender mucho!
La primera de ellas, viene desde España. (si, chicos! somos internacionales! :D) De la mano de Y, conoceremos cómo ella convivió y convive con sus kilos:
La verdad es que no hay una, sino muchas, porque esta vez no es la primera que estoy gorda. En todas hay una constante y es que la comida se convierte en mi refugio. Sí, una mala forma de afrontar los problemas, o de no hacerlo porque lo que hago es esconderme tras la puerta del frigorífico. Quizá lo bueno es que en este momento "no me siento" gorda. Lo estoy, pero por fin no me comporto como tal. Estoy consiguiendo dominarme y me siento muy orgullosa. Los kilos se irán, poco a poco, estoy segura, pero tengo que cambiar más cosas de mí misma que mi físico. He estado delgada y guapa y eso no ha evitado que "volviera a caer". ¿Cómo puede pasar si ya conocía lo difícil que es salir? No lo sé, porque no ha sido ni la primera ni la segunda vez que lo hago. Y no me refiero a "coger 5 kilos", que he llegado a ganar y perder entre 20 y 40 kilos en varias ocasiones.
¿Sabes lo irónico? Que cuando estoy delgada vivo más preocupada de mi físico que cuando no lo estoy. Cuando tienes un sobrepeso de 25 kilos, no importan las estrías, la celulitis, ni que la minifalda roja no te quede perfecta. Sí, cuando estás gorda, estás gorda y listo. Pesando 55 kilos (para 1'70 de estatura y teniendo en cuenta que realizo bastante ejercicio físico), sólo veía defectos: nódulos de grasa que no hay forma de eliminar, estrías en la cadera y en los muslos, ropa que sigue sin quedarme bien porque tengo curvas... Y por mucho que me esforzase, no estaba "perfecta". Me parece que nunca dejé de ser "gorda", independientemente de lo que adelgazase. ¿Sabes? A mí me ha pasado que me miren mal al entrar a una tienda. Sí, parece mentira, pero esas cosas ocurren (a una dependienta, en una ocasión en la que iba a comprarle a mi hermana una camiseta por su cumpleaños, le hice devestir un maniquí por una camiseta y se la dejé en el mostrador; la muy imbécil, cuando le pedí la talla M me miró de arriba a abajo y me dijo algo así como "esa talla no es para ti", me sentí muy avergonzada y me puse a darle explicaciones, que era para mi hermana, pero me di cuenta de no tenía que sentirme mal). Cuando he estado delgada, mis complejos seguían ahí, aunque no estuviera el sobrepeso, nunca he llegado a verme "bien" ni a sentirme "bien" conmigo misma.
Esta vez soy consciente y quiero cambiar por dentro y por fuera. Quererme sabiendo que nunca pareceré una modelo y aceptándome tal como soy. No quiero volver a sentir ansiedad, comer a escondidas, levantarme por las noches... De hecho, ya no lo estoy haciendo. Quiero establecer una nueva relación conmigo misma y con la alimentación y quitarme esos prototipos de mujer, imposibles para mí. No volver a hacerme esto nunca más, porque, al final, la comida no ha arreglado ninguno de mis problemas, sólo los ha empeorado. No importa qué es lo que nos ocurra, hacernos daño no es la forma de afrontarlos. Mi historia ha sido muchas veces triste, pero no ha sido "mi historia" lo que me ha llevado hasta aquí, he sido yo y mi forma de enfrentarme a los problemas. No podemos adelgazar y esperar que nunca nos ocurra nada lo suficientemente malo como para hacernos volver a comer. Hay que darse cuenta de que no es una forma correcta de hacer frente a la adversidad.
Por cierto, sí que ayuda mucho saber que estáis ahí fuera, aunque sea muy lejos. Pero es una ayuda no tener que explicarse, leer vuestras historias y reconocerme en ellas. Yo puedo y estoy segura de que vosotros también. Internet es una herramienta muy útil y mi blog me alejó de la comida en los primeros días y me hace mantenerme cada día.
Gracias.
Muchas gracias Y por confiar en este espacio!!
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